Nuestra historia proviene de mucho tiempo atrás cuando Antonio Anchuela, fundador de la empresa, era tan solo un niño. Francisco Anchuela Jiménez, su padre, era un pescador nato que buscaba transmitirle a su hijo la misma pasión por la pesca que él tenía, por lo que Antonio le acompañó a pescar desde los 6 años. Antonio y su padre disfrutaban días y noches enteros pescando juntos, y poco a poco se fue convirtiendo en todo un experto. Muchos años más tarde, Antonio decidió compartir su amor por la pesca con el mundo, y así nació Llobarrete.
Antonio, gracias a la experiencia que le transmitió su padre, aprendió todas las técnicas de pesca en el puerto de Cambrils. De entre todas, una de sus capturas favoritas era la lubina, Llobarro en catalán. Tanto lo fue que Antonio se ganó el apodo de Llobarrete, que mantiene hasta día de hoy.
La idea de fundar la empresa nace con la compra de Llobarrete, un magnífico barco de 6 metros de eslora con capacidad para 6 personas. Al principio Antonio solo utilizaba a Llobarrete para sus propias salidas, hasta que un día vio la oportunidad de usar el barco para compartir su pasión con otros amantes de la pesca. Desde ese momento Antonio trabajó duro, estudió y obtuvo todas las certificaciones necesarias para poder embarcar con sus clientes. Una vez Antonio, Francisco y Verónica habían profesionalizado su vocación pesquera, decidieron colaborar para sacar adelante esta empresa familiar. Antonio, al tener a sus dos hijos Verónica y Francisco, quiso transmitirles el amor por la pesca al igual que hizo su padre antes de él. Desde pequeños les enseñó del deporte de la pesca y ambos comenzaron a competir en concursos de pesca.
Patrón profesional de litoral con toda una vida de experiencia en todas las modalidades de pesca. Profesionalizado en la Escuela de Capacitación Nautico pesquera de Cataluña, en l’Ametlla de mar.
Patrón profesional de litoral con décadas de experiencia como pescador
Piloto de 1a de la Marina Mercante con experiencia en el deporte de la pesca